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En el ámbito de la educación, las tecnologías y,
especialmente, internet y los dispositivos móviles han cambiado la forma en la
que nos comunicamos y del mismo modo la forma en la que aprendemos un idioma. Como
aprendientes de un idioma, la tecnología aporta innumerables ventajas: acceso inmediato
a la información; la posibilidad de contactar en tiempo real con personas de otros
países; una basta cantidad de material relacionado con los idiomas y el estudio
de lenguas; la flexibilidad para aprender una lengua en cualquier momento y en
cualquier lugar... la lista sigue. Como docente, la tecnología presenta retos y
ventajas. Además de las características nombradas más arriba, las tecnologías ayudan
al docente a mejorar la interactividad en clase, disponer de materiales actualizados
y más reales en el aula, hacer las actividades más entretenidas, etc.
A término personal, si tuviera que elegir una única
razón, diría que la tecnología me ofrece la posibilidad de conectar con mis
alumnos a un nivel al que no tendría acceso de otro modo. ¿Qué quiero decir? En
una época donde nos vemos bombardeados por estímulos e información cada minuto,
donde la concentración se ha reducido considerablemente con respecto a
generaciones anteriores, y donde no tener conexión o batería supone una catástrofe.
En una época donde nos pasamos horas escribiendo mensajes de texto, comprando
por internet, visitamos museos por internet y viendo nuestro equipo favorito
por internet. En esta época los métodos tradicionales de enseñanza se
encuentran en desventaja. De este modo, la tecnología me permite entrar a
formar parte de ese ecosistema, de alguna manera, me permite hablar el lenguaje
que hablan mis alumnos e intentar llegar a ellos de una forma en la que ellos
pueden entender y pueden ser partícipes del rumbo de la clase.
El tiempo no espera a nadie y, nos guste o no, tenemos que renovarnos.
Un saludo,
Nacho.
Coincido contigo en que, a este paso, nos vamos a convertir en el "aparato" menos inteligente de todos los que tenemos en casa. Sin duda, internet proporciona un sinfín de recursos para el aprendizaje autónomo, pero nuestra labor como docentes sigue siendo imprescindible para guiar a nuestros estudiantes en ese océano de información. La comunicación humana no cambia en lo esencial, sino que tan solo utiliza un canal diferente. En mi opinión, lo importante será crear un contexto adecuado para que la transmisión del mensaje entre emisor y receptor no genere ruido.
ResponderEliminarMe ha encantado la viñeta que usaste Nacho. Me identifico mucho con la última imagen. Hay días en los que la tecnología saca lo peor de mí. Coincido contigo en que las clases se hacen más entretenidas y motivadoras cuando hacemos uso de las TIC en el aula. En mi experiencia es una forma de despertar la curiosidad por aprender la lengua y lograr que hasta los estudiantes más tímidos participen. Los alumnos también se interesan más cuando ven que el profesor habla su mismo idioma.
ResponderEliminarHola, Nacho:
ResponderEliminarMe ha parecido muy interesante tu reflexión personal sobre el uso de la tecnología en el aula y estoy muy de acuerdo contigo. Nunca antes, me había planteado el uso de la tecnología en el aula de esa forma, pues de siempre he sido partidaria de "estar al día" con la tecnología, pero es verdad que si no lo estás, corres el riesgo de "quedarte fuera" y que tus alumnos te vean obsoleto.